y 500 noches
Published martes, noviembre 22, 2005 by la abiñoca.
Después de un tiempo ni me dueles ni te duelo. Mejor así, nunca me gustó doler a nadie. Aunque reconozco que muchas veces deseé dolerte, dolerte
tanto que no tuvieras más opción que volver. Y entonces abrazarte y cantarte bajito, porque ya sabes que sólo cantaba si sólo nos separaba un suspiro.
Durante mucho tiempo llevé una canción arrugada en el bolsillo, por si un día te daba por volver y a mí me fallaba la voluntad y me podían tus mentiras. Tan fácil como desarrugar un papel y leer.
Tú que has tenido de todo
y no has tenido de nada
Tú que has vivido una vida
dulcemente equivocada
Tú te creías feliz
por tus grandes carcajadas
en un mundo equivocado
donde las risas se pagan
Grande, te cayó mi amor tan grande
que quieres rectificar
para borrar un pasado
que no se puede borrar
Por qué sufriremos tanto
por un amor verdadero
cuando la vida es engaño
te diviertes y hasta luego
Te pasa como al payaso
que ríe por no llorar
y ahora estás viviendo un llanto
con lágrimas de verdad
Pero no hizo falta porque una noche me dejaste de doler. Así, como quien quita una tirita de un tirón, sin pensarlo dos veces. Recuerdo que esa noche volví a beber whisky, fue casi un instinto cuando lo pedí en la barra. Quizás no quería que me supiese extraño nuestro último beso.
Entonces me dijiste que me querías. Como quien pide fuego a un extraño. Y busqué tus ojos y los encontré perdidos entre mis labios y tus ganas. Susurraste algo que no quise entender mientras te acercabas. Tan pronto como me besaste te dejé de besar, intentando arrastrar una despedida entre tus labios. Puede que lo consiguiese porque esa noche me dejaste de doler y tú empezaste a comportarte como si nunca hubiese tenido el derecho de dolerte tan siquiera un segundo.
Y ahora nos llamamos como si nada hubiera pasado. Y me dices que
a ver si nos vemos pronto, que hace mucho de la última vez. Antes de que me vaya o quizás ya en primavera. Y no es que no quiera verte, pero tengo la sensación de que me llevo mejor con tu recuerdo que contigo. Simplemente.
Posted by la Albiñoca desde el Starbucks de Puerta de Jerez en Sevilla.
No sé si el wifi va incluido en el precio del capuccino con chocolate o es cosa de un vecino imprudente, pero da el apaño para las dos horas y media de espera a mi autobús.