<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar/8682120?origin\x3dhttp://elblogdebea.blogspot.com', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>



Planes


Ahora mismo se supone que yo debería estar en Granada. Probablemente en la tetería Bañuelos o en el Bohemía, con Loca (Madrid, ¿sí?), la niña pianista de pestañas infinitas, la irlandesa de zapatillas verdes y el niño de los aviones. O cualquier combinación de ellos. Quizás también se hubiese unido M.

El caso es que yo ayer salí de casa con mi maleta a cuestas con destino Sevilla. Allí había quedado con Nuria para comer y acompañarla a dejar unos cuantos libros en una librería de la Alfalfa. Llegué más tarde de lo planeado a una Sevilla con 29º, coches de caballo, turistas, señoras con volantes y flores en la cabeza, señores con chaquetas y gomina, y sobre todo obras, muchas obras. Mientras arrastraba mi maleta por media ciudad llevándome por delante unos cuantos pies y muchos niña, ¿dónde vas con tanta prisa? repasaba las pistas que me había dado para reconocerla. La verdad es que me lo puso fácil porque estaba sentada en la primera mesa de la cafetería y además tenía el libro sobre la mesa. Según me dijo, lo lleva siempre en la mano para terminar de creerse que es verdad.

Tras andar un poquito que parecía un mucho (cuando vas cargada las distancias se incrementan de modo exponencial por lo menos), encontrarnos el sitio al que la quería llevar cerrado, localizar el segundo abierto, una comida, andar un poquito chico hasta la librería, encontrarla cerrada, decidir el plan a seguir y localizar el bus hacia la estación de tren; le compré un ejemplar en la parada del autobús.

Después de eso mi plan era autoinvitarme a merendar en casa de T para hacer tiempo hasta la hora de salir para la estación y montarme en un autobús a Granada durante 3 horas menos cuarto que pensaba aprovechar para empezar a hincarle el diente al libro. Y digo que mi plan era porque cuando llego a la estación (tras la mentada merienda) con tiempo más que prudencial me encuentro con que ya no hay billetes a no ser que quiera estar 5 horas en un bus de ruta y llegar a las 4 de la mañana. So (estoy de un bilingüe que lo flipo) de vuelta a la otra estación para volver a casita con un considerable mosqueo y ganas de darme cabezazos en cada banco junto al río. Y la maleta, claro.

Nuevo cambio de planes, y éste no me lo revienta ningún autobús.

DSC_0003

Si quieren algo de mí, ya saben dónde localizarme.



0 comentarios

  • albinioca en gmail









ATOM 0.3


Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com