Es un asco estar mala lejos de casa (Tremendista yo)
Published viernes, febrero 24, 2006 by la abiñoca.
Supongo que llegó en el día apropiado. Estoy mala, con fiebre y mocos, me duele la cabeza y el cuerpo entero, me pican los ojos y encima nieva. Hoy me he levantado asqueada de estar aquí, me siento fuera de lugar, últimamente me siento siempre fuera de lugar fuera de casa, sólo me encuentro sentido en casa, será porque me siento protegida, no sé. Estoy también algo cansada de sentirme así, de no estar del todo bien en cualquier otro sitio, estoy perdida, quizás más que tú o menos que nadie, sólo que me hago la fuerte, espero encontrarme un día de una puta y vez y dejar de joderle la vida a la gente, a veces tengo la sensación de que es eso lo único que hago con mi manía de estar perdida y hacer que todo me afecte más de lo normal, aunque la gente me diga lo contrario tengo la sensación de que les jodo la vida, cosas raras que siente una, ya vez. Me gustaría poder esconderme unos mil años hasta que se me pase todo lo que se me tiene que pasar si es que acaso se me tiene que pasar algo y pueda salir a la calle tranquila y sin miedo de joderle la vida a alguien. Durante unos días (semanas) lo he conseguido, créeme que durante unos días aquí (hasta anoche mismo) era justo lo que quería, seguramente sea la fiebre lo que me hace sentir así, o la debilidad, quién sabe, no soy fuerte por mucho que lo aparente. No aguanto cuando me dicen “eres fuerte, lo superarás”. No soy fuerte, qué carajo (digo muchos tacos cuando estoy mala), soy débil y me hago la fuerte con mi famosa coraza, y sí, lo superaré si es que hay algo que superar, eso seguro, pero no gracias a mi fortaleza ficticia, lo superaré porque sí. En fin, tampoco sé si tengo algo que superar. Vaya rollo estoy escribiendo no? Seguramente borre esto, o no, me parece un buen día para escribir, para darle vuelta, la debilidad, la fiebre, quién sabe. Quizás consiga decir lo que de verdad quiero, quizás las palabras me salgan y por una vez el lenguaje no me gane la batalla.
Como digo, llegó en el día apropiado. Llevo llorando desde entonces, di un paseo por la casa envuelta en la manta mientras llamaba para decir que no iba a trabajar, no sé cómo voy a pagar este mes el alquiler, llamaré a casa supongo. No lloro por lo de la llegada y el día, lloro porque lloro, porque a veces me gusta llorar por llorar y mirarme en el espejo los ojos vidriosos y los labios hinchados, también tengo la nariz brisada pero eso es por los mocos y el papel de cocina que uso para sonarme. Lloro porque lloro. Y estoy bien y mal, y no me importa llorar. Ni que entre N y me vea llorando, me ha robado un termómetro y unas pastillas para la tos, un día le van a pillar pero dice que le da igual porque se va en unos días. Lo peor que me puede pasar es que me manden en un avión a casa y eso ya lo voy a hacer yo solo el martes. Ha bajado a preparar una sopa para los dos mientras dejo de llorar un poco. Sigue nevando pero no cuaja. Cuaja en las personas que es lo peor me ha dicho N.
Será la nieve la causante de todo esto.