Así llamaban a mi abuela.

Aunque según me estuvo contando anoche, así deberían haber llamado a una promoción de la escuela de Marina. Yo es que tuve muchos pretendientes, ¿sabes chiqui? A veces, cuando la oigo decir chiqui pienso que usa ese nombre comodín para no confundirse al nombrarnos a todos los nietos. Cuando le dabas calabazas al primero, venían todos detrás.

Mientras me peleaba con el armario intentando sacar una manta extra para la cama le intenté explicar que ahora las cosas no funcionan así, lo de las calabazas y sus consecuencias. Acabó sacando del despacho la foto de la promoción en cuestión. No encuentro a tu abuelo en esta foto, de hecho, él tampoco se encontraba. Mi abuela se casó tarde para su época, muy cerca de los 30. Se hizo la dura, al final mi abuelo la conquistó, no se me hace difícil pensar el modo. Te quedaste con el más guapo abuela. Se me acercó al oído para confesarme que en realidad lo que le había gustado de mi abuelo es que la hacía reír. ¡Pero claro que era el más guapo!

Acabamos hablando de él, como siempre desde Septiembre. Le echo de menos abuela. Entonces se escondió entre las mantas y me dijo que la vida está mal planteada. Cuando pasas toda tu vida con una persona... son más de 50 años... no es justo, si alguno se tiene que ir... debería esperar al otro... no es justo... Entonces se ajusta los pendientes y me acaricia detrás de la oreja. Yo también soy muy coscona... no es justo... pero hay cosas peores Beatritxe... la gente se muere de hambre y duerme en la calle... hay cosas peores.

En realidad, sé que para ella no hay cosas peores, pero mi abuela es así.