He hablado, susurrado, chillado, reído, llorado, cantado, bailado y saltado.
He montado en coche, moto, autobús, barco, avión y bicicleta.
He (me han) besado, acariciado, abrazado, mordido, consolado, llamado y escrito.
He jugado al mus, a las palas, al trivial, al billar, al parchís, a la oca y al 26.
He nadado, buceado, dado volteretas y cogido olas.
He paseado, cogido coquinas, hecho bolas de arena y visto atardeceres.
He ido a barbacoas, paellas, fiestas flamencas y noches de guitarra en la playa.
He conocido otra ciudad, otro mar, bebido sidra y comido patatas al cabrales.
He hecho sudokus, aprendido solitarios y peleado con juegos de 25 números en manteles de papel.


Echo de menos. Siento orgullo.


Mi verano.




Nuevo cambio. Soy la reina de los cambios. O de las fases en realidad. Nueva - otra – fase en mi blog y nuevo aspecto correspondiente – espero que os guste -. He decidido continuar el anterior y no pasar a uno nuevo como anteriormente porque… ¿Por qué? Supongo que antes cambiaba por aquello de borrón y cuenta nueva. Esta vez no tengo nada que borrar y sí mucho que… Demasiado profundo me está quedando esto… En realidad no lo he cambiado por pura pereza… Las albiñocas es lo que tenemos, que somos perezosas.

Bienvenidos al Diario de una Albiñoca con sueños de timonel sobre su barquito de papel y serrín.