Tengo la mesa llena de bichitos voladores varios que noche tras noche van a buscar su fin contra la bombilla de mi flexo. Siempre he pensado que hay que ser un poco tonto.
En ocasiones me siento como uno de esos bichitos y me pego una y otra vez con mi bombilla particular.
Que alguien apague la bombilla de una vez. Por favor.
[Al fin y al cabo, no se le puede pedir más a un bichito]