Soy seguidora del programa de Jesús Quintero desde hace unos años. Tengo vagos recuerdos de
El perro verde o de
Cuerda de presos ( que una sigue en sus años mozos...) pero desde que volvió a aparecer en pantalla con su
Vagamundo y ahora el
Ratones Coloraos me gusta verlo cada semana. Si no se tiene la suerte de vivir en
Andalucía o provincias colindantes en las que se pueda pillar
Canal Sur ocurre que te quedas sin ver ni oír a semejante pandilla de colgaos que suele llevar de invitados. Porque las entrevistas con personajes de actualidad son fantásticas pero las conversaciones con su pandilla de personajillos son sublimes. Y es que señores, Andalucía exporta frikis o
ganguis como se les denomina en mi tierra (con todo el cariño del mundo). Y por mucho que la gente se empeñe en renegar de su existencia, existen ( igual que existen mujeres como Omaita o la Antonia que buscan yogures de
apeacitos en los supermercados), son parte de la población andaluza, y sí, puede que haya personas como éstas en todas partes, pero es que éstas se llevan la palma por su arte, y no, no son representativos de la comunidad andaluza, igual que no lo es la siesta, ni la feria, ni las romerías, pero bueno en este tipo de discusión entro en otro momento. Para conocer a uno de esos filósofos de la vida sólo hay que pasar una tarde por el bar de El Perejil en Sevilla. Y si se quiere conocer a los de verdad, a los auténticos, porque claro, Quintero sólo lanza a la fama a una minoría, nada como darse un paseito por la calle Concepción en Huelva. Tenemos de todo. Desde los que van todo el año con traje de gitana con zapatos rojos de tacón incluidos a los que entran cada día en todas las agencias de viaje para preguntar el precio de un billete de avión a Brasil, sólo ida ( que digo yo que para qué se querrá marchar ese hombre a Brasil, supongo que sentirá la llamada del sambódromo), pasando por el poeta con su inseparable cartón de vino, que en noches de fiesta se acerca a hablar un rato a cambio de un cigarro o una copa, y es que esas conversaciones en las que acabas dudando de quién está más loco si él o vosotros bien merecen que se le invite a lo que quiera.
Volviendo al tema del programa... Lo que me gusta de este programa es que no tiene nada que ver con ninguno de los programas que actualmente inundan la parrilla televisiva ( usaré nombres ficticios ) tales como
Historias del planeta rojo, Ketchup con mayonesa, ¿Por dónde andas músculo bombeador de sangre?. No, aquí la gente viene a hablar de modo natural de su vida, no a salir en la tele para ser un famosillo. El caso es que este programa me ha descubierto a mucha gente. El último:
Falete. Hijo de uno de los integrantes de Cantores de Híspalis, es un hombre que lleva currándoselo toda la vida. Y da gusto escucharlo, con una voz fuerte y poderosa. Y más que cantar, interpreta, siente cada palabra. Lo suyo es seguridad en un escenario.
[Ven a borrarme los fracasos de mi mente, ven a llenarme de caricias diferentes, ven a sacarme de este pozo de amargura, donde me encuentro yo. Y dame el agua de tu fuente cristalina, y dame el beso que sin darse se adivina, que estoy sediento de cariño sin medida, cansao de dar amor.De volar siempre, buscando la fantasía, de nido en nido como paloma perdida, estoy sedienteo de cariño sin pedir na, cansao de dar amor.Que sea capaz de enamorarme cada día, velar mi sueo mientras que duerme mi vida, mirarme siempre con la mirada encendida, igual que miro yo.Dame tu mano sin temor a equivocarte, toma la mía, yo nunca quise engañarte, dame las cosas que nunca supieron darme, y te llenaré de amor.Y no hagas caso de lo que diga la gente, tienen envidia, porque yo amo diferente, porque mi amor es como un pájaro silvestre, no se puede enjaular, y vuela siempre buscando la fantasía, de nido en nido como paloma perdida, estoy sedienteo de cariño sin pedir na, cansao de dar amor.Que sea capaz de enamorarme cada día, velar mi sueo mientras que duerme mi vida, mirarme siempre con la mirada encendida, igual que miro yo.]Como dice Quintero... Falete,
"mostruo"