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Cuando con 22 años has escuchado decir al médico en más de cinco ocasiones eso de Deberías cuidar el colesterol ( al menos en los análisis no apareció otro tipo de sustancias ), una se plantea seriamente el cuidarse un poco. Y hoy, impulsada por una extraña fuerza, me he apuntado a un gimnasio. Y allí que he llegado con mi mochililla al hombro cargada con una botella de agua, una toalla y una miniradio para amenizar el sufrimiento.

Cuando entras por primera vez en un gimasio lo primero que llama la atención es la pinta del chico de recepción, que por lo general suelen tener más músculos que el resto de la humanidad. Y te recibe con una sonrisa de oreja a oreja mientras te cuenta las maravillas de su gimnasio. "Sí, sí. Si me voy a apuntar, no tengo más remedio, así que hagamos esto lo más rápido posible". Así que tras rellenar la ficha ( con la correspondiente equivocación a la hora de escribir mi apellido ) y una foto a traición con una webcam, me ha dado mi nueva tarjeta. Y como quien ficha en un trabajo la he pasado por el lector y se ha abierto la puertecilla. "Pregunta por mi hermano" "Vale, y...¿quién es?" (como si tuviese que encontrar a un hombre con una camiseta con la frase Soy el hermano del tipo de recepción) "Está ahí, donde las pesas, uno muy fuerte" "Gracias...Vaya pista me ha dado vamos". Y allí que voy a la zona de musculatura evitando ser duchada en el sudor de aspirantes a Schwarzenegger, identifico a uno de los muy fuertes de la zona con la suerte de acertar a la primera. "¿Es tu primer día?" "Sí" "Pues venga, en marcha" Cuando ves a semejante masa de fibra frotándose las manos mientras te dice eso una se siente como un cerdo al que le llega su San Martín. Y allí que he aguantado como una campeona todo el circuito que mi nuevo amigo Arnold me ha ido indicando. "Con esto vamos a trabajar unmúsculodetantosdelosquetenemos" "Sí, sí, claro... como si supiese dónde está vamos" "Pues venga, 3 series de 15". Los primeros cinco ejercicios de la serie son sencillos. "Pues no está tan mal esto de hacer ejercicio" Cuando llegas al final de la primera comienzas a bajar el ritmo. Y cuando te toca empezar la tercera sabes perfectamente dónde está esemúsculodelostantosdelosquetenemos que te ha dicho antes. Y por fin escuchas la frase mágica "Ya terminamos por hoy" "...Aleluya" "Mañana lo mismo y completamos el resto de la serie" "...¿Pero me quedan más músculos que reventar? Vale...Pues hasta mañana". Menos mal que me he buscado el gimnasio en mi misma calle porque he ido literalmente arrastrando los pies.

De las agujetas os hablo mañana.

Parece ser que no soy la única que ha decidido empezar a cuidarse. [Acaban de romper la infancia de milllones de niños, allá ustedes]




[Nota mental: no volver a llevarme la radio, es absurdo intentar luchar con la horrenda música que tienen de banda sonora]
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  • albinioca en gmail









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