Hoy he conocido al primer hombre con perilla que no me produce desconfianza. Sí, sí, yo, que le echo la cruz a cualquiera que lleve tal complemento en su cara. Y sigo extrañada por tal acontecimiento. Supongo que será la excepción que confirma la regla. El caso es que no he sido consciente del amago de barba del susodicho hasta que no le he escuchado hablar, quizás haya sido que lo primero que le he escuchado me ha gustado el motivo por mi no desconfianza inicial. Relatemos los hechos:

Bea, somnolienta todavía tras una breve siesta y paseo en bus vagando por las nubes de su imaginación, llega a la escuela, entra en el aula 0.7, baja la rampa que colocaron hace poco sobre los escalones arrastrando los pies, busca un sitio libre y se deja caer en el asiento, literalmente. Mientras abre su mochila percibe una silueta que pasa por su lado y se sube en la tarima, alza la vista y ve al que ella cree su soporífero profesor de Bioinformática de espaldas enchufando su portátil al proyector. Nuestra protagonista sigue ensimismada en su mundo mientras saca apuntes, pluma, portaminas y un paquete de kleenex. El buen hombre comienza a hablar. Bea por su parte anda concentrada en la ardua tarea de limpiar sus gafas.

Señores, hoy la clase la daré yo. Su profesor ha aprobado hoy la oposición a la cátedra y a estas alturas de la tarde debe seguir celebrándolo con gambas y jamón de Huelva

Bea levanta la vista y aparece un hombre que cree recodar aparece en su orla. "Pues me ha caído bien el tío". Con perilla. "Uys, esto sí que es nuevo". Y así descubre al primer hombre con perilla que no le produce desconfianza a primera vista.


El caso es que el señor profesor, además de apreciar la buena gastronomía, es bastante ameno y antento ( ha dicho salud cada vez que alguien ha estornudado y dada la concentración de virus de la gripe en la clase han sido bastantes ). Así que, y aunque parezca increíble, he prestado atención durante ¡¡¡2 horas seguidas!!! a una clase sobre algoritmos basados en colonias de hormigas ( mira que son listas las jodias ). Y hormiguita que va y hormiguita que viene ha terminado la clase y he decidido cambiarme de grupo, o por lo menos asistir a las clases del otro. "Hasta el día del examen, nuevo Señor Catedrático, espero que su tesis sobre cómo dormir a los alumnos haya tenido éxito en el tribunal, seguro que les ha dormido usted y al finalizar les daba apuro decirle que repitiese y por eso ha aprobado. No se escandalice por el comentario, ya le pasó a mi amigo Ross en Friends. ( ¡¡¡Quiero que vuelvan!!! Lo exigo )"
Y he salido canturreando de la escuela con una sonrisa de oreja a oreja....
Ando como hormiguita por tu espalda...




[Desde el punto de vista de una lombriz, un plato de espaguetis es una orgía. Patas Arriba. La escuela del mundo al revés. E.Galeano]
Es que llevo riéndome desde que lo leí. Tenía que ponerlo.